Mucho se ha hablado de esta segunda entrega; pero lo que más ha prevalecido es una tendencia negativa: su gran fracaso en taquilla.
La apreciación colectiva ha sido una y casi unánime: la consideran una mala película. Pero ¿a qué se debe puntualmente este fenómeno? Es precisamente lo que analizamos en esta revisión cinematográfica.
Porque, más allá de lo expreso en la pantalla, Joker 2, está concebida de forma intencional: la incursión del género musical tiene un cómo y un por qué. Y eso está relacionado directamente con el sello autoral.